La guerra es la forma de conflicto socio-político más
grave entre dos o más grupos humanos. Es quizá una de las más antiguas de todas
las relaciones internacionales, aunque se convierte en un fenómeno particular
con el comienzo de las civilizaciones. Supone el enfrentamiento organizado de
grupos humanos armados, con el propósito de controlar recursos naturales o
humanos, o el desarme, sometimiento y, en su caso, destrucción del enemigo, y
se producen por múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento o
el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas y/ó
territoriales.
En Ciencia Política y Relaciones Internacionales, la
guerra es un instrumento político, al servicio de un Estado u otra organización
con fines políticos.
Según Richard Holmes, la guerra es una experiencia
universal que comparten todos los países y todas las culturas. Según Sun Tzu,
"La guerra es el mayor conflicto de Estado, la base de la vida y la
muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción. Por lo tanto, es imperativo
estudiarla profundamente". Según Karl von Clausewitz, la guerra es
"la continuación de la política por otros medios".
Las reglas de la guerra, y la existencia misma de reglas,
han variado mucho a lo largo de la historia. El concepto de quiénes son los
combatientes también varía con el grado de organización de las sociedades
enfrentadas. Las dos posibilidades más frecuentes son civiles sacados de la
población general, generalmente varones jóvenes, en caso de conflicto, o
soldados profesionales formando ejércitos permanentes. También puede haber
voluntarios y mercenarios. Las combinaciones de varios o de todos estos tipos
de militares son asimismo frecuentes.
Las formas de hacer una guerra dependen de los propósitos
de los combatientes. Por ejemplo, en las guerras romanas, cuyo objetivo era
expandir el imperio, el objetivo militar principal eran los combatientes de la
nación a conquistar, para incorporar el pueblo una vez conquistado al imperio.
En la actualidad, a veces se hace distinción entre
conflictos armados y guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto
sólo sería una guerra si los beligerantes han hecho una declaración formal de
la misma. En una concepción de la doctrina militar de EE.UU. no se hace
distinción alguna, refiriéndose a los conflictos armados comoguerras de cuarta
generación.
Causas tradicionalmente admitidas
Desde el punto de vista socio-filosófico, se han avanzado
muchas teorías sobre el origen y las causas de las guerras. La primera, más
contundente, resumida, filosófica, racional (en cuanto a dar la causa
explicando) es la que - luego de explicar que una ciudad es feliz con lo
necesario - sigue escribiendo Platón en La República:
"Si queremos tener bastantes pastos y tierras de
labor, ¿tendremos necesidad de usurpar algo a nuestros vecinos y nuestros
vecinos harán otro tanto con nosotros, si traspasando los límites de lo
necesario, se entregan como nosotros al DESEO INSACIABLE DE ENRIQUECERSE?"
"¿HAREMOS pues la GUERRA en pos de esto?" "Hemos descubierto
nosotros el ORIGEN DE ESTE AZOTE, QUE cuando descarga, ACARREA FUNESTOS MALES a
los estados y a los particulares."
Sócrates
Además, parece posible tratar de clasificar, muy en
general, las teorías en dos grandes divisiones: la que ve la guerra como
producto racional de ciertas condiciones, primariamente condiciones políticas
(famosamente, Carl von Clausewitz argumentó que la guerra es la continuación de
la política por otros medios) y otra "irracionalista", que ve la
guerra como producto de una tendencia, últimamente irracional, de los seres
humanos.
Las teorías irracionalistas pueden aproximarse desde dos
puntos de vista:
1. Aquellas que ven el origen de la guerra en causas no
atribuible a fundamento racional, por ejemplo, sentimientos religiosos aunque
más precisamente es fundamentalismo (porque en el caso de la religión
judeocristiana no hay divorcio entre razón y fe, en cambio los filósofos árabes
y peor otras religiones hablan de una doble verdad) o emociones. El extremo
lógico de esta visión -que el hombre es un animal inherentemente agresivo
-sujeto a tendencias tanto de competición comocooperación que se observan en
animales sociales, situación que demanda la expresión ocasional de tales
tendencias- se encuentra en algunas explicaciones ya seabiológicas,
psicológicas o de la psicología social del origen de conflictos (ver, por
ejemplo: Experimento de Robber's Cave).
2. La visión alternativa dentro de esta posición ve la
guerra como originándose, a menudo, en equivocaciones o percepciones erróneas.
Así, por ejemplo, Lindley y Schildkraut argumentan, a partir de un análisis
estadístico, que la cantidad de guerras que se podría aducir tuvieron un origen
racional ha disminuido dramáticamente en tiempos recientes (Lindley y
Schildkraut ofrecen como ejemplos de tales equivocaciones la Guerra de las
Malvinas aunque se dice que la causa fue en verdad subir la popularidad de
Margaret Thatcher de Inglaterra declarando ella la guerra ya que Argentina no
había matado a nadie y ellos hundieron al Belgrano que estaba yendo al
continente matando a la mitad de todos los Argentinos que murieron, y la Guerra
de Iraq) que otros aluden al deseo de petróleo, riquezas y dominio a la causa.
La visión alternativa, de la guerra como actividad
racional, se basa en dos percepciones. La original de von Clausewitz acerca de
la guerra constituyendo la persecución de (objetivos de) la política por otros
medios, y una percepción posterior (implícita en von Clausewitz) que indica que
se recurriría a la guerra cuando se estima que las ganancias superan a las
pérdidas potenciales (es decir, a través de un análisis de costo-beneficio). A
su vez, se pueden distinguir dos posiciones:
1. La teoría de la primacía de las políticas domésticas:
se encuentra, por ejemplo, en las obras de Eckart Kehr y Hans-Ulrich Wehler
(op. cit). Para esta posición, la guerra es el producto de condiciones
domésticas. Así, por ejemplo, la Primera Guerra Mundial no fue producto de
disputas internacionales, tratados secretos o consideraciones estratégicas,
sino el resultado de condiciones sociopolíticas, incluyendo económicas, que, a
pesar de ser comunes a varias sociedades, hacían sentir tensiones a cada una de
ellas en forma interna, tensiones que solo se pudieron resolver a través de la
guerra.
2. La teoría de la primacía de la política internacional,
que se encuentra, por ejemplo, en la concepción de Leopold von Ranke, de
acuerdo a quien son las decisiones de estadistas motivados por consideraciones
geopolíticas las que conducen a la guerra.
Este deseo de conocer las causas para poder predecir
cuando estallará el próximo conflicto ha sido abordado en varias ocasiones. Uno
de los investigadores del fenómeno bélico fue Lewis Fry Richardson. Este autor
investigó todos los conflictos desde el siglo XIX hasta la década de los 1950;
considerando conflicto aquel enfrentamiento donde han muerto personas por causa
intencionada de otra persona; de este modo juntaba los conflictos bélicos con
las muertes por asesinato y homicidio, la mezcla fue intencionada por sus
experiencias en la Segunda Guerra Mundial por las cuales pudo comprobar el
efecto de muchas de las órdenes que vio dar y la suerte corrida por muchos
soldados, enviados a la muerte a causa de esas órdenes.
Richardson tuvo la idea de catalogar las guerras según el
número de muertos de una forma similar a cómo se catalogan los terremotos:
según su intensidad. Así, una guerra de magnitud 6 sería en la que morirían de
1.000.000 a 1.999.999 personas; pero por todas las dificultades que halló para
saber el número de muertos en una contienda (llegó a decir que resultaba más
fácil saber el número de estrellas de una galaxia o de neutrinos en el
universo) Richardson aplicó un índice de error de 0,5 (más menos); con este
índice de error una guerra de magnitud 3 sería aquella en la que perecieron
entre 316.228 y 3.162.278.
Aunque Richardson no fue el primero en recopilar
conflictos bélicos su trabajo es uno de los más exhaustivos, pues comenzó en
1940 y siguió hasta el año de su muerte en1953. Según sus estudios entre 1820 y
1950 hubo 315 conflictos de magnitud 2,5 o superior (al menos 300 muertos).
Pese a reconocer que resulta muy difícil saber cuando
comienza un conflicto y cuando termina, si es uno o varios al tiempo o el ya
citado número de muertos; los resultados fueron decepcionantes en cierto modo:
La frecuencia con la que estallan las guerras es muy
similar a la de cualquier suceso aleatorio, lo que parece indicar que las
guerras son imprevisibles.
La frecuencia con la que estallan las confrontaciones
sigue la distribución de Poisson, lo que parece indicar que las guerras son un
suceso aleatorio. Así pues el autor concluyó que la principal causa de la
guerra es la casualidad.
En segundo lugar, colocó los conflictos cronológicamente
y según su magnitud, para saber si algún tipo de conflicto se repetía o si un
tipo de guerra iba en aumento o en detrimento respecto a las demás. Los
resultados tampoco fueron concluyentes, volviendo a mostrar una distribución
muy similar al suceso aleatorio. De esta forma la conclusión es que de las
guerras no se aprende a evitarlas y que la probabilidad de que estalle un nuevo
conflicto es la misma para cualquier día, no importa si antes ha sucedido otro
ni el tamaño de este otro.
Profundizando en su trabajo realizó un estudio de países
vecinos que entraban en guerra. Midiendo las fronteras llegó a la conclusión de
que un país linda con otras 6 naciones por término medio; por lo que la
probabilidad de que una nación entrara en guerra con un vecino era casi del
10%, si fuera un proceso aleatorio; sin embargo la estadística indicaba que la
probabilidad era del 87,33% (de 94 guerras estudiadas sólo 12 no tenían
frontera común). Por lo tanto, según el matemático, otra causa de la guerra es
la vecindad.
Richardson también relacionó las guerras con otros
factores comúnmente indicados por los historiadores, como crisis económica o
religión, llegando a otras tantas decepcionantes conclusiones:
La carrera de armamento no tiene porqué desembocar en un
conflicto armado: de 315 conflictos sólo en 13 había una carrera de armamento
preparatoria.
Un idioma común no evita las guerras.
Una crisis económica no tiene por qué desembocar en
guerras civiles, ni tampoco entre estados.
Sólo pueblos de distintas religiones tienen más
probabilidad de entablar guerras entre ellos. Así mismo parece que los pueblos
cristianos muestran más belicosidad que los de otros credos, al haber
intervenido en una proporción mucho mayor de conflictos que el resto.
No obstante Richardson concluyó que ni siquiera la
religión es una causa de gran importancia.
TRATADISTAS
El general chino Sun Tzu, en su célebre obra El arte de
la guerra, afirmó que la guerra había que ganarla antes de declararla o de que
existiera en sí misma. En este aspecto, el célebre general expondría en una
sucinta frase su concepción sobre el carácter de la guerra: "La guerra, es
el Tao del engaño"; así, pretendería establecer que el estratega virtuoso
debía basar todas sus decisiones militares, buscando primeramente distraer la
atención del enemigo en los elementos más sobresalientes de su posición, y de
no tenerlos, inventarlos.
El pensamiento de Sun Tzu, dejaría una profunda impronta
en el pensamiento militar moderno, no sólo en reconocidos pensadores, sino
también en eximios estrategas comoNapoleón Bonaparte, quien en su renombrada
victoria en la Batalla de Austerlitz, aplicara aquellos preceptos del engaño.
El concepto de "guerra justa" fue presentado
sistemáticamente por Tomás de Aquino en Summa Theologiae.
Erasmo de Rotterdam, el reconocido humanista
renacentista, calificaba a la guerra con la frase "Dulce bellum inexpertis
est", cuya traducción al castellano es "La guerra es dulce para los
inexpertos".
El historiador árabe Ibn Jaldún descubrió por primera vez
las causas materiales de la guerra.
Carl von Clausewitz, en su clásica obra De la guerra,
pensaba que la guerra moderna es "La continuación de la política por otros
medios" y que el fin de la misma era "desarmar al enemigo", no
exterminarlo; de aquí nació el concepto de desarme mutuo, que imposibilita toda
guerra y da paso a la política. La guerra sería pues un "acto
político" y esta manifestación ponía en juego lo que él consideraba el
único elemento racional de la guerra.
Que mal que exista este tipo de violencia que es mas fuerte pero que bueno que ya no lo llevan a cabo como en el pasado
ResponderEliminarsi ya se, parase que no saben hablar de frente., lo bueno es que ya casi no se usa eso, ya tenemos un gobierno, que no sirve para nada pero pone un poco de orden
Eliminaryo no estos en contra de la guerra pero tampko de su lado pork pienso k no eta muy mal k se peleen solo por k un pais es mas rikos k otro i puras de esas. pero alomejro abeses si esta bien k aiga guerras por sekuestro o kosas asi..
ResponderEliminarpues yo no creo que una guerra sea la mejor solucion por que se puede ablar con las personas para que aya un acuerdo, antes si se ussaba mucho esto de las guerras pero hoy en dia ya tenemos un gobierno que pones leyes
Eliminarlas guerras este es otro tema que deberia de acabar pues las guerras son muy tontas por que se pierden muchas vida vidas inocentes tambien con las guerras afectamos mucho nuestro planeta pues las explociones y todo eso le ase mucho daño :/ cuando podrian aver tratado de llegar aun acuerdo que sea favorable para ambos paises :/
ResponderEliminarsi por que no es algo muy bueno , creo que ai otras manera de que se arreglen las cosas, por ejemplo ablando o no se , pero no es nesesario que aya peleas :C
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